miércoles, 12 de agosto de 2015

El Perú en el Ranking Latinoamericano: Calificación Crediticia según Moody's (Agosto del 2015)

La rebaja, el día de ayer, de la calificación crediticia de la deuda brasileña por parte de la agencia Moody's constituye un hecho importante, pues se trata de un traspié en la imagen económica y financiera de la economía más grande de América Latina.

Como tal, resulta un buen motivo para revisar nuestro ranking regional sobre el tema y averiguar cómo marcha en él esta parte del mundo.

La calificación crediticia se determina tomando en cuenta la que las agencias internacionales especializadas (como Standard & Poor's, Fitch y Moody's) asignan a los bonos soberanos de largo plazo en moneda extranjera emitidos por el país analizado. Una más alta indica más sólidos fundamentos y mejores cifras en los múltiples aspectos considerados en la evaluación, lo que se refleja en una mejor capacidad de pago de la deuda. Y siendo así, incrementa la probabilidad de que sus emisiones de bonos en los mercados internacionales de capital se efectúen exitosamente, tanto en lo que atañe a demanda, como a tasas de interés y plazos. Es decir, contribuye a que el país obtenga mejores condiciones de financiamiento, las que luego se traducen en los créditos que las empresas y personas reciben localmente. Pero eso no es todo: una mejor calificación crediticia también genera más confianza a los agentes económicos internos y externos, propiciando el incremento de las vitales inversiones.

Hecha la explicación, veamos el panorama regional en la materia.

Chile, como ocurre desde hace mucho tiempo, marcha primero, con una calificación de Aa3, y a sólo tres pasos de la máxima de Aaa.

Luego figuran México y el Perú, con una nota de A3. Como se recuerda, nuestro país fue promovido hace poco más de un año, en julio del 2014, ocasión en la que, estando en la calificación Baa2, ascendió dos escalones de un solo salto. Es decir, ya se encuentra en el cuarto escalón dentro del Grado de Inversión. Además, tiene asignada una perspectiva estable.

A continuación se ubican Panamá, Uruguay Colombia, los tres con el rating Baa2 y tras ellos, cerrando el lote correspondiente al Grado de Inversión, Brasil.

Lo de este gigantesco país se veía venir, debido al notorio debilitamiento de su economía, tanto en lo que atañe a crecimiento como a su escaso éxito en la lucha contra la inflación. A ello se han sumado las sombrías últimas noticias y el intenso ruido político, las primeras referidas a la grave situación de varias empresas y entidades públicas y las segundas a escándalos de corrupción al más alto nivel, que inclusive podrían hacer peligrar la estabilidad del gobierno.

Ojalá su situación se resuelva pronto, pues de no ser así podría precipitarse al poco valorado Grado de Especulación, que le implicaría mayores restricciones y desmejoradas condiciones para acceder al financiamiento internacional.

Los últimos lugares de la lista los ocupan cuatro países con distintos grados de manejo económico heterodoxo que les han propiciado, además de desequilibrios internos, pérdida de su credibilidad financiera externa. El caso más grave es el de Venezuela, país desbordado por la hiperinflación, las desinversiones y la caída de la actividad económica, factores a los que se les añade la debilidad del precio del petróleo, y que ponen en riesgo cada vez mayor su capacidad de pago de sus compromisos internacionales.

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