Esos datos nos permiten ver que el Perú, haciendo honor a su calidad de gran potencia minera, ostenta la tercera posición en la producción del metal rojo. Sólo nos superan Chile y China. El primero produce 5.7 millones de toneladas de este valioso commodity, que constituye su principal exportación y le permite disponer de abundantes recursos para su desarrollo. El segundo, por su parte, tras superarnos el año 2011, está a punto de volver a ceder posiciones, debido a nuestro fuerte incremento productivo.
Todas ellas, así como las cusqueñas Antapaccay y Constancia, han permitido el notable crecimiento de 23% de nuestra producción, lo que se refleja en la tabla, con el Perú cerca de recuperar su segundo lugar.
La inmensa mayoría de la producción nacional se exporta, principalmente como concentrados. Solo una parte menor (el 16.5%) es convertida en cobre refinado.
Hasta el año 2011, nuestro país se benefició considerablemente con los altos precios que el metal alcanzó en los mercados internacionales, pero luego sintió el efecto de la reducción de su demanda y su precio. Sin embargo, el incremento de los volúmenes está permitiendo atenuar esa difícil circunstancia y mantener la rentabilidad de sus empresas productoras. Según el BCR, el año 2015 lo vendió al exterior por un valor total de US$ 8,175 millones, cifra que lo ubica como nuestro principal producto de exportación, a gran distancia del segundo, el oro, cuyo dato fue de US$ 6,537 millones.
Los datos del ministerio también muestran que el Perú tiene la tercera reserva cuprífera más grande del planeta: 80.7 millones de toneladas, que equivalen al 11.2% del total mundial, sólo por detrás de Chile (210 millones de toneladas) y Australia (88 millones).
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